Noticia extraída de Reusdiari.cat
Miró sigue elaborando el vermut según la receta original de la bebida aromatizada con hierbas y plantas medicinales 100% naturales y frescas.
Desde tiempos inmemoriales, el vermut se ha empleado para usos medicinales. Los primeros indicios apuntan hacia la antigua Grecia de Hipócrates (siglo V a.C.), quién bautizó como «vino hipocrático» a una infusión de absenta y vino, que curaba varios dolores y malestares. Hasta mediados del siglo XIX, esta bebida no se instauró como el aperitivo tradicional y actual que conocemos.
Ahora mismo, parece que nos hemos olvidado de estos orígenes terapéuticos. Pero quien lo sabe bien y se preocupa siempre por esta línea original del vermut, ha sido una familia, los Miró de Cornudella del Montsant, que cuenta con varios médicos entre sus generaciones. A mediados del siglo XX, Emilio Miró Salvat, hijo de un médico, inventó una fórmula con diferentes hierbas naturales para elaborar su propio vermut. Heredado del conocimiento de las plantas aromáticas, gestionó el imprescindible ajenjo con la máxima frescura, cuyo ya se empleaba en medicina como vermífugo (para tratar parásitos intestinales) y tiene acción analgésica, anticonvulsiva, antiséptica, antibacteriana, antiinflamatoria, calmante, tónica digestiva, estimulante y aperitiva. Los griegos ya lo utilizaban y todavía hoy se encuentra en varios productos farmacéuticos.
El método de elaboración: que el vermut tenga un sabor fresco y bueno
Los Miró ya sabían que el ajenjo no tiene un sabor demasiado agradable, pero es un buen alimento para cuidar las digestiones y siempre se ha prescrito para malestares intestinales. Así que años de estudios y mezclas de hierbas 100% naturales, con maceraciones largas y en frío, para extraer el máximo de las propiedades de las hierbas medicinales, y de este modo, encontrar la clave para que sus vinos aromatizados queden muy impregnados de estos botánicos.P
Y, sobre todo, con la máxima frescura. Todo lo que es fresco, conserva mejor las propiedades originarias. Esta es la premisa de Vermuts Miró, que continúan la fórmula que ideó Emilio en los años 50. Se preocupan por la salud, y también por el valor alimentario de los vermuts. Hacen las cosas con rigor y una calidad incuestionable, siguiendo las normativas más exigentes (tienen el certificado alimentario IFS, International Food Standard, y las normas de gestión de calidad ISO). Por todo esto, todo el mundo quiere trabajar con ellos, además están trabajando en la línea ecológica y cursando el certificado ecológico que esperamos ver pronto en sus etiquetas de vermut.
Más informaciones que nos ofrece esta casa vermutera de Reus: el valor nutricional de su producto. Cabe destacar que los elaboradores de vermuts son muy recelosos a la hora de revelar sus ingredientes y métodos, pero Miró tiene las puertas abiertas a todo el mundo, a la R+D y a mantener la calidad y la excelencia por encima de todo. Recientemente han hecho un estudio nutricional para uno de sus clientes, y el resultado es que un vaso de vermut equivale a un yogur, es decir, a unas 150 kcal. Algo menos por su vermut blanco, algo más por el vermut Miró rojo, que tiene más cantidad de azúcar caramelizado añadido.
La línea gastronómica, el vermut entra en la cocina y con buena estrella
Con un producto de tanta calidad y que además está bueno, claramente la apuesta tenía que entrar en la gastronomía, una meta que ha conquistado vermuts Miró con las primeras jornadas de la cocina del vermut de Reus de este pasado mes de marzo.
Y también trabaja una línea propia de productos que se pueden encontrar en tiendas y con grandes colaboraciones del sector de la restauración. La “Miroteca”, como ha denominado esta rama de la empresa, ya ha presentado las “Miró Pearls”, unas esferificaciones de vermut que se comen y pueden acompañar cócteles y todo tipo de platos sofisticados.
En los próximos meses, nos avanzan desde Miró que chefs de reconocido prestigio lanzarán nuevas creaciones de vermuts con sello propio para servirlos en sus restaurantes gastronómicos. Miró dedica muchas horas de estudio, innovaciones en las fórmulas y armonías con nuevos botánicos que hasta ahora no se han visto en las recetas y que aportarán nuevos aromas y sorpresas a la hora del aperitivo. Un valor añadido de los genios vermuteros de Reus.
La lista de empresas que llaman a la puerta de Miró para que les haga un vermut personalizado es más larga. No es de extrañar, con la calidad y la capacidad de innovar que tienen, son referencia en el mercado.
Y alomejor no será una de las marcas más antigas de vermut, pero sí la que respecta más los orígenes i su tradición. Una confianza incuestionable para los que nos gusta saber lo que comemos y bebemos.